sábado, 28 de marzo de 2015

Antecedentes primarios de la Revolución Cubana

Poesía y Canto 

La poesía cubana a partir de la Revolución centrará su interés en la tópica de la nación. Desde una perspectiva testimonial, los poetas tratarán de reflejar en sus textos los nuevos logros de la patria que se está configurando; pero también la memoria de aquellos que no han podido vivir este momento histórico, y que lucharon para que fuese una realidad, serán recordados con el fin de afianzar la nación revolucionaria. Será a finales de los años setenta cuando, desde la resistencia poética, se empiece a configurar otro tipo de nación y la memoria sirva para evocar otros tiempos y otra nación posible.

Economía 

La economía de Cuba dependía de las exportaciones de azúcar, cuya producción y comercialización estaba controlada por compañías extranjeras. Once empresas estadounidenses controlaban casi 1.200.000 hectáreas, que representaban el 47,4% de las tierras dedicadas al cultivo de caña de azúcar.Como en otros países de América Latina, existían, además, grandes latifundios. Según un censo de 1945, 4 mil personas eran dueñas de más de la mitad del territorio.A partir de 1944, por primera vez la mayoría de la población pudo participar en elecciones. Sin embargo, los gobiernos electos continuaron bajo la influencia de Estados Unidos.En los primeros años de la década de 1950 se incrementaron las acusaciones de corrupción y, ante las movilizaciones de protesta, un sector del ejército apoyado por compañías norteamericanas y empresarios cubanos, dio un golpe de Estado.

Político

La dictadura de Fulgencio Batista  sólo se sostuvo mediante una violenta represión. En poco tiempo, comenzó la resistencia, que unía en sus reclamos la lucha contra las injusticias y desigualdades del orden social con los planteos de independencia económica y autonomía y, por lo tanto, contrarios a la injerencia de Estados Unidos en el país y en la región.
En la universidad se colgaron banderas negras como señal de luto por la “muerte de la democracia” y se conformaron las primeras organizaciones de oposición. Los estudiantes reclamaban el retorno a las formas democráticas de gobierno, y propiciaban, para ello, como método de lucha válido, incluso la violencia acompañando las protestas masivas de la población.
Social
Antes del año 1959, Cuba era un país que vivía bajo una fuerte influencia de Estados Unidos de Norteamérica. Las industrias de azucar y muchos hoteles eran dominados por grandes empresarios norteamericanos. Los Estados Unidos tambien influenciaban mucho en la politica de la isla, apoyandose siempre de los presidentes cubanos pro-estadounidenses. Desde el punto de vista economico, Cuba era un pais capitalista con gran dependencia de EE.UU. Era una isla con grandes desigualdades sociales, pues gran parte de la poblacion vivia en la pobreza. Todo este contexto generaba insatisfacciones en las capas sociales más pobres de la sociedad cubana, que era la mayoritaria.

jueves, 19 de marzo de 2015

Los más grandes Muralistas Mexicanos

Los grandes maestros del muralismo se involucraron y participaron activamente en la política nacional e internacional, no solo con sus ideas plasmadas en monumentales obras, como el mural del Rockefeller Center (Rivera, 1933) o La Trinchera (Orozco, 1926) en el patio del San Ildefonso, en la Ciudad de México, sino también actuaron en foros y plazas públicas. Un ejemplo de esta militancia es David Alfaro Siqueiros, quien padeció el exilio debido a su filiación al Partido Comunista. Este febril activismo los llevó incluso a enfrentarse, como fue el caso de Rivera contra Siqueiros. Este compromiso con las causas sociales mereció el respeto de la gente, considerándolos una parte esencial de la voz popular.

Los tres Muralistas mencionados con anterioridad, tenían sus propios estilos: 
José Clemente Orozco (1883-1949)
Asiduo a la técnica del fresco, la obra de José Clemente Orozco evoca un carácter expresivo-figurativo. Se puede apreciar la directa influencia del expresionismo europeo, maneja con arrebato la dirección de sus pinceladas para representar movimientos y sensaciones. Los temas principales de su obra son el dolor y sufrimiento de las clases sociales, amargura causada por la indiferencia y la voracidad de políticos y poderosos. Orozco fue un pintor comprometido con las luchas sociales, plasmó un realismo ferozmente impresionante, provisto de una sátira mordaz. Los escenarios se inclinan por elementos abstractos o mecánicos. En algunos de sus murales, los colores no son tan intensos como en el resto de sus contemporáneos. Un elemento recurrente es la aparición de un personaje central, de grandes proporciones, dividiendo la narración del mural. Algunas de sus piezas más representativas son los murales en San Idelfonso (1926), el Hospicio Cabañas (1937-1939) y Bellas Artes (1946).
David Alfaro Siqueiros (1896-1974)
Siqueiros aborda el movimiento de la Revolución Mexicana de 1910, así como la lucha de campesinos y obreros, víctimas de la opresión. Se distingue por el carácter combativo y violento en sus murales. Sus figuras son curvilíneas y mantiene un trazo grueso en el delineado. Una característica en su estilo es el uso abundante de la perspectiva, el espectador puede sentir que el personaje sale del mural y extiende sus manos para alcanzarlo. El artista describe escenas específicas, intensas, con personajes significativos, insistiendo con la repetición de elementos para obtener profundidades. La creatividad en el uso de materiales plásticos en los murales se distingue en Siqueiros, quien afirmaba “en el arte moderno había que utilizar materiales modernos”. La mayoría de sus trabajos fueron elaborados con materiales industriales, como lacas de nitrato de celulosa o Piroxilina, usadas como adelgazantes y fijadores, y utilizó asbestos para texturas, creando empastes gruesos y con carácter. Entres sus obras más representativas se encuentran los murales de la Universidad Nacional Autónoma de México (1952-1956) y el Polyforum Cultural Siqueiros (1971), junto al World Trade Center en la Ciudad de México.
Diego Rivera (1886-1957)
Diego Rivera, llamado monstruo de la naturaleza, se caracteriza por su discurso realista y social. En su obra encontramos una visión reconciliadora con nuestro pasado indígena, así como su interés en la ciencia, la naturaleza, lo femenino y masculino, las revueltas sociales y la pobreza del pueblo. Influido por otras corrientes como el cubismo, el impresionismo, el estilo clásico europeo y el arte prehispánico, Rivera nos abruma con la cantidad de imágenes y minuciosos detalles en su obra. Esta característica nos recuerda el estilo barroco, un rasgo que algunos críticos califican como agorafóbico, es decir, cierto temor a dejar espacios vacíos. Entre su extenso legado, destacan los murales en Escuela Nacional Preparatoria (1922), la Secretaría de Educación Pública (1928), El hombre controlador del universo en Bellas Artes (1934), Palacio Nacional (1935), Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central (1948), el mural del Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria (1992), y el mosaico de vidrio del Teatro Insurgentes (1953).
El Muralismo Mexicano refrescó el arte, volviéndolo comunicativo y colectivo, influyendo en las masas, iluminando donde había oscuridad e ignorancia. El arte popular y público, invariablemente refleja los problemas y retos de su época, contradicciones donde abreva el espíritu libertario Muralismo Mexicano, uno de los movimientos artísticos más importantes del siglo XX. Los muralistas abrieron las puertas a la expresión libre, valiéndose del magnífico poder del arte.